Más de doscientas personas participaron en las jornadas de formación y animación misionera que el Secretariado diocesano de Misiones de Orihuela-Alicante organizó en este mes de marzo, concretamente los días 10 y 11. Son dos días intensos en los que se quiere acercar la misión “ad gentes” al Pueblo de Dios. Tomar conciencia de la misión es tomar conciencia de nuestra identidad de Iglesia.
            En el marco del año paulino declarado por Benedicto XVI, nuestra diócesis no podía menos que presentar al apóstol de los gentiles como maestro de la misión “ad gentes”. D. Rafael Palmero, obispo diocesano, abrió las jornadas con unas palabras alentadoras a la misión y haciendo ver la importancia de San Pablo en este campo misionero; a continuación, D. Antonio Bravo Tisner, quien fuera responsable de los sacerdotes del Prado y delegado episcopal de caritas española, en la actualidad párroco de San León Magno de Madrid, fue quien ayudó a reflexionar sobre la figura de San Pablo como fundador y generador de Iglesias locales, a lo largo del primer día, para llevarnos a redescubrir nuestra condición misionera por naturaleza, lo cual desarrollo en el segundo día. Fueron ponencias intensas pero clarificadoras de lo que es la misión para la Iglesia. Por otra parte, las mañanas se cerraban con testimonios misioneros, por un lado el P. Roberto Olórtegui, sacerdote diocesano de Chimbote (Perú) nos expuso con brevedad pero con precisión cómo la Iglesia latinoamericana asume la misión continental fundamentada en el documento de La Aparecida; y por otro lado, D. Alfonso Puchades, laico y médico, de la parroquia Ntra. Sra. Del Carmen de Benidorm nos contó su experiencia misionera por tierras africanas y ecuatorianas. Dos testimonios que fueron la práctica de lo que D. Antonio Bravo había expuesto anteriormente.
            Estas jornadas se vienen realizando ya cuatro años con la misma dinámica. Por las mañanas en Alicante orientado principalmente a sacerdotes y miembros de vida religiosa y laicos y por las tardes, en distintos lugares, este año en Castalla y Villena, orientado más a los laicos y con el objetivo de animar en la misión a dos arciprestazgos concretos. De esta manera, se va consolidando en la diócesis de Orihuela-Alicante unos espacios de reflexión sobre la misión “ad gentes” y animación para la misión.