Manos Unidas de Orihuela-Alicante está plenamente inmersa en su campaña anual, que en esta ocasión se centra en los alimentos que acaban en la basura mientras 800 millones de personas pasan hambre y necesidad en el mundo. La Jornada Nacional de Manos Unidas se celebra el domingo 12 de febrero y dos días antes tiene lugar el ya tradicional Día del Ayuno Voluntario. Manos Unidas es la Asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo de los países del Tercer Mundo.

Estamos, pues, ante los días culminantes de la Campaña de 2017. Debo, también este año, hacer un llamamiento a las personas y a los organismos de nuestra Diócesis de Orihuela-Alicante a reactivar nuestra sensibilidad hacia la emergencia grave que vive una buena parte de la Humanidad, con necesidades tan primarias como la falta de comida, de agua, de un mínimo de dignidad en la vivienda, la sanidad o la enseñanza. Necesidades que existen junto al despilfarro que se da en el mundo llamado desarrollado, y al abuso de los recursos de nuestra tierra, “casa común” a cuidar entre todos. Como nos dice el papa Francisco en la Encíclica Laudato si’: “es insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y más, mientras otros no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana” (LS 193).

Desde hace más de cincuenta años, exactamente cincuenta y ocho, Manos Unidas está al servicio de despertar conciencias entre nosotros, católicos y gentes de buena voluntad, ante el sufrimiento generado por situaciones límite producidas por la falta de soluciones a estados de hambre y de gran necesidad. Esta Organización, nacida del compromiso ilusionado de un puñado de mujeres cristianas, ha representado eficacia en la respuesta a muchas necesidades en muchos lugares de la tierra, que gracias a esta ONGD Católica han encontrado soluciones para grupos humanos que con su ayuda han adquirido medios y ánimos para salir de la postración.

Es muy de destacar el triple compromiso que configura y marca la Campaña de Manos Unidas en el presente año 2017. Tres compromisos ante unos retos que afectan al bien común de la Humanidad: compromiso con una cosecha de alimentos para el consumo humano, no para la especulación; Compromiso con un consumo y producción sostenibles. Respeto con el medio ambiente; Compromiso con un aprovechamiento de los alimentos que evite su pérdida y desperdicio.

En estos días podemos avanzar en concienciación y ejercer solidaridad con nuestra aportación económica y nuestra participación en actividades diversas en nuestras Parroquias, colegios, instituciones y comunidades, como puede ser la ya consolidada, desde hace años, Cena del Hambre en el “Día del Ayuno Voluntario”. Son días para educar nuestra sensibilidad, mover nuestra conciencia y enviar ayuda a unos hermanos que así no sólo paliarán sus necesidades, sino que aumentarán la fe en sus propias posibilidades.

Gracias Manos Unidas; gracias a vuestro voluntariado que, en nuestra querida tierra de Orihuela-Alicante, mantiene, bien encendida, la luz de la solidaridad frente a tantas hambres.

Junto al amplio y variado voluntariado de los demás servicios de acción social y caritativa de nuestra diócesis, Dios os bendiga.

 

 Jesús Murgui Soriano.

Obispo de Orihuela-Alicante.

 

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