La ordenación tendrá lugar el próximo sábado 4 de octubre
en la Iglesia San Martín de Callosa del Segura

La Diócesis contará a partir del próximo sábado 4 de octubre con ocho nuevos diáconos que emprenderán el camino previo al sacerdocio trabajando en distintas parroquias de la provincia. También será ordenado un diácono permanente que se pondrá al servicio de la Iglesia de Orihuela-Alicante desde su condición de cristiano casado.

La ceremonia de ordenación tendrá lugar el mismo sábado 4 de octubre a las 11:00 horas en la Iglesia San Martín de Callosa del Segura. De nuevo la emoción y la ilusión llegarán a los cientos de personas que se espera que asistan a esta celebración, siempre cargada de momentos de gran emotividad.

La ordenación será presidida por el Obispo Diocesano, monseñor Rafael Palmero, que estará acompañado por más de un centenar de sacerdotes del Presbiterio Diocesano.

Para los ochos seminaristas que serán ordenados, comenzará así su última etapa hacia la que será su nueva vida tras estos meses “de prácticas pastorales”, el sacerdocio. Todos ellos abandonarán los horarios y las clases en el Seminario para enfrentarse al que será, de ahora en adelante, su día a día. La lucha diaria en la parroquia, el contacto con la gente, los proyectos pastorales…

Sus edades oscilan entre los 23 y los 36 años y proceden de localidades alicantinas diferentes, pero prácticamente todos ellos tienen algo en común, fueron monaguillos en sus respectivas parroquias cuando eran pequeños y afrontan esta nueva etapa con los nervios y la ilusión propia de quien ve su sueño hecho realidad.

Como nos cuenta Francisco Javier Colomina, “es inevitable sentir esa mezcla de nervios, alegría e ilusión ante algo que nos supera, sé que todos recibimos esta ordenación con las manos y el corazón abiertos”.

El más joven de los ocho próximos diáconos es Carmelo Ramón Rives, nacido en Granja de Rocamora. Entró al seminario a la pronta edad de 11 años y ahora, con 23 años, pasará a ejercer su etapa como diácono en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia de la ciudad de Alicante.

Le sigue muy de cerca Víctor Ferrer García, de 24 años de edad y natural de Formentera del Segura. Entró en el Seminario el año 1996, en el curso de 8º de EGB, cuando tenía 12 años, después de haber sido monaguillo en la parroquia de su pueblo. Ha sido destinado a la parroquia de Santas Justa y Rufina de Orihuela.

Precisamente 24 años tiene también Francisco Javier Colomina Campos, de Biar. Entró en el seminario a la edad de 16 y trabajará como diácono en la parroquia de Nuestra Señora del Socorro de Aspe.

Estanislao Trives Sánchez, de 26 años y natural de Granja de Rocamora, entró en el Seminario en el 2002. Encontró su vocación en el grupo de Pastoral Universitaria de la Universidad de Alicante del que formaba parte cuando cursaba la carrera de Filología Hispánica. Ahora, después de seis años en el Seminario, pasará a ser diácono trabajando como formador en el Colegio Santo Domingo de Orihuela.

Ramón Martínez Ramón dejó su barrio, Las Casicas, de San Felipe Neri, a la pronta edad de 11 años después de haber sido monaguillo en su parroquia. 17 años después recibe con gran ilusión su ordenación como diácono. Esta nueva etapa, previa al esperado sacerdocio, la vivirá en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Pilar de la Horadada.

Entre los mayores se encuentra el eldense Juan Alfaro Benítez, de 30 años de edad. Entró en el Seminario en el 2000, cuando tenía 22 años. Ejercerá como diácono en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Santa Pola.

De la Playa de San Juan llega Santiago Estradera Gómez. Tras haber estudiado la carrera de Económicas y haber trabajado durante algún año en una empresa, decide entrar en el Seminario a la edad de 30 años. El próximo sábado 4 de octubre será ordenado diácono con 36 años y será destinado a la parroquia de Nuestra Señora de Belén de Crevillente.

Un caso parecido es el de Francisco Antonio Miravete Poveda, de 36 años de edad y nacido en Callosa de Segura. Entró en el Seminario en el año 2002, cuando tenía 30 años, después de haber estudiado la carrera de Ingeniería de Obras Públicas y haber trabajado durante algunos años como ingeniero. De pequeño, fue monaguillo en la parroquia de su pueblo y ha sido destinado como diácono a la parroquia de Santa Ana de Elda.

A todos ellos les esperan nueve meses de trabajo continuo en las diferentes parroquias a las que han sido designados. El próximo Julio volverán de nuevo ante su Obispo para dar el sí definitivo a la Iglesia Católica. Será entonces cuando den el paso definitivo al sacerdocio. Nuestra Diócesis contará en ese momento con ocho nuevos sacerdotes.

UN NUEVO DIÁCONO PERMANENTE PARA LA DIÓCESIS

Bien diferente pero no menos importante es el caso de Francis Teuma García, natural de Elche. Está casado, es padre y entre sus principales prioridades está la de adquirir un mayor compromiso cristiano con la Iglesia de Orihuela-Alicante. Es por ello que el próximo sábado 4 de octubre será ordenado Diácono Permanente por el Obispo Diocesano, monseñor Rafael Palmero. Se ha valorado de él la madurez humana y cristiana, el amor a la Iglesia, la actitud de servicio y entrega pastoral, la capacidad de diálogo con las personas y su compromiso con los problemas del mundo.

El pasado mes de diciembre, por primera vez en la historia de la Diócesis de Orihuela-Alicante, eran ordenados Diáconos Permanentes tres cristianos casados. Francis será así el cuarto.

¿QUÉ SIGNIFICA SER “DIÁCONO”?

Diácono es una palabra que proviene del griego y significa “servidor”. Su misión principal consiste en asistir al Obispo y a los sacerdotes ayudándoles en la predicación del Evangelio y en el servicio a los más pobres. El diácono es un clérigo que ha recibido el primer grado del sacramento del orden. Los diáconos, a diferencia de los presbíteros (los sacerdotes) ni celebran la Eucaristía (aunque ayudan a dar la comunión), ni confiesan a los fieles. Sí pueden administrar el sacramento del Bautismo y del Matrimonio, celebrar exequias y llevar la comunión a los enfermos.

La posibilidad de instauración en la Diócesis de Orihuela-Alicante del diaconado permanente fue aprobada, el 4 de marzo de 2000. Es en 2001 cuando el Obispo, Mons. Victorio Oliver, firma el nombramiento de D. José Antonio Berenguer Cerdá como Director de Formación y Presidente de la Comisión Diocesana para la promoción del diaconado permanente en Orihuela-Alicante.

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