Descripción del proyecto
Un año más proponemos desde la Delegación Diocesana de Acción Social y Caritativa la Campaña de la Limosna Penitencial. Tercer año que vamos a vivirla en el ambiente de la pandemia del Covid-19, y la vamos a tener con un lema inspirado en el de la Campaña del Hambre: «Limosna Penitencial para desterrar la indiferencia». Tomamos este lema con una motivación propia: la repetición de esta campaña y la prolongación de la pandemia pueden producir un cierto cansancio y agotamiento para percibir las necesidades de nuestro prójimo, y para seguir haciendo un esfuerzo penitencial de renuncia, cuando a tantas cosas nos hemos visto obligados a renunciar. De ahí a la indiferencia no hay más que un paso.
Esta campaña, en el clima cuaresmal, es una ocasión para despertar nuestra sensibilidad hacia el esfuerzo y la generosidad que destierre la indiferencia y contribuya a ponernos las pilas de esa conversión tan necesaria que nos abra a los hermanos desde la ayuda, nos abra a un sacrificio personal que, aunque no esté de moda, es inevitable en toda conversión, y para que nos abra a Dios con la disponibilidad a hacer las cosas como Él quiere y con nuestra oración para pedir su ayuda a fin de sacudirnos la indiferencia y cargarnos de corazón en las relaciones con los demás.
El año pasado participaron en la Campaña 15 entidades eclesiales (14 parroquias y un secretariado diocesano), con una aportación de 18.000 € que se distribuyeron entre los proyectos que se propusieron según la voluntad que cada entidad indicó.
En cuanto a los proyectos que vamos a proponer este año, van a ser también dos, y nos los han aportado desde los Secretariados de Migraciones y de Cáritas:
- Apoyo a madres migrantes, y en concreto la vivienda de respiro con 6 plazas, para mujeres migrantes madres solas durante el momento del embarazo, parto, y puerperio con sus bebés.
- Proyecto Barrios de Cáritas: trabajo con familias de la zona norte de la ciudad de Alicante.
La clave de la campaña es educar y practicar una «limosna penitencial» organizada comunitariamente como un gesto de generosidad y de conversión que nace del encuentro con el Señor en la oración, y nos conduce a un nuevo encuentro con el Señor en el hermano que nos necesita.
NO SE TRATA DE:
- No es hacer una colecta más porque ya tenemos muchas colectas. Se trata de una iniciativa que realizamos con un formato diferente.
- No es una campaña obligatoria.
- No tiene un carácter impositivo.
SE TRATA DE:
- Una campaña «comunitaria» que nos ayuda a vivir con los demás, con toda mi comunidad, la limosna, la oración y el ayuno, a los que nos invita el evangelio del miércoles de ceniza como camino de conversión.
- Una «propuesta» que puede ayudar a vivir mejor la cuaresma en nuestras comunidades y darles un nuevo punto de comunión parroquial y diocesana como camino cuaresmal.