“No negarás la justicia al pobre” (Ex 23, 6) 

Comunicado del Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo

La crisis de nuestro tiempo, que es una crisis económica, social, cultural y espiritual, puede representar para todos, un llamado a redescubrir el significado, la importancia y la necesidad del trabajo para dar lugar a una nueva normalidad en la que nadie quede excluido” (Papa Francisco. Patris corde, 6)

El Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, como Iglesia comprometida con la vida de las personas trabajadoras y queriendo ser portadores de la buena noticia del Evangelio de Jesús, camino, verdad y vida, y en coherencia con nuestra misión, no podemos permanecer ajenos a cómo están viviendo los empobrecidos y excluidos del mundo del trabajo.

Durante estos últimos años, las personas del mundo del trabajo están sufriendo, primero por la crisis financiera del 2008 y hoy, por la devastadora crisis sanitaria, económica y social, como consecuencia de la pandemia del COVID19. El resultado de ambas crisis está descartando a cerca de 4 millones de desempleados, más de 700.000 en ERTES y 6,3 millones de personas con trabajo, pero con salarios por debajo del Salario Mínimo Inter Profesional,(950 € mensuales). A esta realidad hemos de sumar a cientos de miles de trabajadores/as que están trabajando en la economía sumergida, en muchos casos en situación no regularizada, sin derechos ni protección social pero que, producen el 22% del PIB y son invisibles y estigmatizados por la sociedad.

Caso aparte son los 5 millones de pensionistas que perciben entre 350 y 800 € al mes, 2 millones con pensiones de 1000 €. En total, hay cerca de 13 millones de personas viven en el umbral de la pobreza, muchas familias que no tienen suficiente para vivir con dignidad y en muchos casos , con la imposibilidad de desarrollar un proyecto de vida.

Ante esta situación, que tiende a hacerse crónica, queremos manifestar nuestra preocupación y dolor:

  • por las respuestas que se está dando sin tener en cuenta la prioridad de la persona
  • la dificultad que se plantea para la subida del Salario Mínimo Interprofesional en las mismas condiciones que se están negociando la subida de salarios públicos y privados.
  • la dilación para derogar las Reformas Laborales de 2010 y 2013, que han traído más precariedad y temporalidad en el empleo.
  • Y también nos preocupa el deterioro de la protección social, que afecta especialmente a los más empobrecidos y excluidos de nuestra sociedad.

El Papa Francisco resume estas situaciones de injusticia a los participantes en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares de 2014: “No existe peor pobreza material que la que no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo. El desempleo juvenil, el trabajo informal y la falta de derechos laborales, no son inevitables, son resultado de una previa opción social, de un sistema económico que pone los beneficios por encima del hombre. Hoy al fenómeno de la explotación y de la opresión, se suma una nueva dimensión, un matiz gráfico y duro de injusticia social; los que no se pueden integrar, los excluidos, son desechos, “sobrantes” Esto sucede cuando en el centro del sistema económico está el dinero y no la persona humana”.

Desde el Secretariado de Pastoral del Trabajo, nos unimos a todas las personas y entidades que alzan su voz para revertir esta situación de injusticia social y que padecen muchos hermanos y hermanas nuestras. Nos indigna esta situación y queremos reflexionar y responder a la llamada que hoy, nos hacen los más pobres y que se concretan en:

  • Es de JUSTICIA PEDIR. a las distintas Administraciones del Estado que acompañen a estas realidades que tienen rostro de pobreza y exclusión y se hagan cargo de ellas.
  • Es de JUSTICIA PEDIR, recuperar y avanzar en derechos laborales. Para ello exigimos la derogación de las distintas Reformas Laborales, para que la persona trabajadora sea el centro de la vida económica y social.
  • Es de JUSTICIA PEDIR, la subida del SMI para que todas las personas trabajadoras puedan vivir con dignidad.
  • Es de JUSTICIA PEDIR. acordar un nuevo modelo de pensiones para que pensionistas y jubilados puedan tener sus necesidades cubiertas.
  • Es de JUSTICIA PEDIR, que se revisen a fondo las trabas administrativas, así como otras causas que impiden que casi el 80% de solicitantes del Ingreso Mínimo Vital, no lo están cobrando.

Hacemos un llamamiento a la comunidad cristiana y a la sociedad en general, es tiempo de practicar la solidaridad y de ejercer una fraternidad abierta, prestando especial atención a los más empobrecidos de nuestra sociedad, los hombres y mujeres del mundo del trabajo. Traemos a la memoria las palabras del Papa Francisco: “Dios «ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos» Fratelli tutti, 5

Haciéndolo así, tendremos todos y todas “una vida con sabor a Evangelio” y estaremos construyendo una sociedad más fraterna.

Alicante, febrero de 2021

Jesús Fernández-Pacheco Caba

Director Secretariado de Pastoral del Trabajo