Nadie debe perder la vida en su trabajo. ¡El trabajo es para la vida!

Comunicado del Secretariado de Pastoral del Trabajo de Orihuela-Alicante, ante la muerte violenta de un trabajador vecino de Almoradí, Alicante

El martes 27, fallecía David López Serna, trabajador de 38 años en la Partida del Mudamiento, Orihuela, víctima de un accidente laboral. El trabajador, murió aplastado al caerle encima un palet con una carga de 400 kilos de peso. Otra vida truncada, otra familia rota. Desde este Secretariado, expresamos nuestro dolor a su familia y amigos. La muerte de David, quizás pudo evitarse. No queremos criminalizar este hecho concreto, las causas de su muerte se determinarán una vez termine la investigación en curso.

Hasta septiembre de este año, han muerto 623 personas trabajadoras, 28 de ellas en la provincia de Alicante, son el dramático resultado de 472.987 accidentes laborales. (Datos del INVASSAT). Quizás las cifras son muy frías, pero detrás de ellas hay vidas perdidas.

Si bien es cierto que la seguridad en el trabajo es responsabilidad de empresarios y trabajadores, los accidentes laborales son la cara oculta de las condiciones de trabajo, “la otra cara de la precariedad”, tan común en nuestra tierra. Es necesario visibilizar este grave problema, para que la sociedad tome conciencia y las distintas Administraciones, pongan soluciones eficaces a esta lacra que convierte el trabajo en lugar de muerte y pérdida de la salud para las mujeres y hombres del mundo del trabajo.

Queremos que las muertes en el trabajo, como la de David, dejen de ser las muertes olvidadas por la Administración y la sociedad en general.

Como nos recuerda el Papa Francisco, “Trabajar con seguridad permite que cada uno exprese lo mejor de sí mismo ganándose el pan de cada día. Cuanto más cuidemos la dignidad del trabajo, más seguros estaremos de que aumentará la calidad y la belleza de las obras creadas.”[1]

Ante tanta muerte evitable, desde el Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo, consideramos necesario un cambio en la cultura de la vida que pasa por:

  • La proclamación del valor sagrado de la vida y, por tanto, el compromiso por construir condiciones personales y sociales adecuadas para la promoción de la vida en el trabajo
  • La proclamación de la dignidad del trabajo y el compromiso en la defensa de los derechos de las personas trabajadoras y de unas condiciones de trabajo a la altura de la dignidad de las personas.
  • Exigir a las distintas Administraciones, sindicatos y organizaciones empresariales el cumplimiento de la Ley de salud y Seguridad en el Trabajo.

Finalmente, desde el Secretariado de Pastoral del Trabajo, nos comprometemos con el trabajo decente, donde se respete la salud y la vida de las personas trabajadoras, actuando ante las situaciones de injusticias y de sufrimiento que padece el mundo obrero y del trabajo. “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos y he bajado a liberarlos de los egipcios” (Éxodo: 3, 7).

[1] Papa Francisco a los miembros de la Asociación Nacional de Constructores de Edificios | 20.01.2022