El próximo día 30 de diciembre se cumplirán 20 años de la Exhortación Apostólica de Juan Pablo II conocida como Christifideles laici (Los fieles cristianos).

Escrita recién acabado el Sínodo de Obispos de 1987, que se había dedicado a afrontar el tema de la “vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”, la Exhortación Apostólica ChL reconoce su íntima vinculación con la eclesiología derivada del Concilio Vaticano y pretende “individuar las vías concretas para lograr que la espléndida teoría sobre el laicado expresada por el concilio llegue a ser una auténtica praxis eclesial” 

Como militantes de Acción Católica, y en consonancia con las enseñanzas del Vaticano II y de la ChL, queremos reafirmar nuestra vocación eclesial y nuestra dignidad laical que se derivan de nuestro bautismo y de nuestra participación a través de él en el sacerdocio, el profetismo y la realiza de Cristo.

También queremos reafirmar que, como exigencia de nuestro bautismo, nos sentimos, pese a nuestra debilidad, llamados a la santidad, entendida como la perfección de la caridad, y a vivir esta llamada insertos en las realidades temporales, tratando que desde la vida pública la persona humana y su dignidad ocupen el centro de la vida económica, social y política.

Igualmente queremos, desde nuestra responsabilidad como organizaciones eclesiales, sentirnos partícipes en la vida de la Iglesia y corresponsables en su misión de anunciar el Evangelio. Por ello, y coincidiendo con el tema central del Plan Diocesano de Pastoral para este curso, queremos colaborar en el objetivo común de que nuestras parroquias se revitalicen como casa común donde todos se sientan acogidos, estimados, valorados y acompañados.

De manera especial queremos ser sensibles a la llamada que Juan Pablo II nos dirige en la Exhortación Apostólica que conmemoramos y, dado que nuestra misión se realiza de manera preferente, aunque no exclusiva, en medio del mundo, dirigir nuestro afán misionero hacia los no creyentes y hacia los creyentes que han abandonado o limitado la práctica de la vida cristiana.

Finalmente, con humildad pero también con decisión, queremos pedir a quienes en la Iglesia tienen por misión el Ministerio Pastoral que se continúen dando paso efectivos para que, siguiendo a Juan Pablo II en ChL “la espléndida teoría sobre el laicado expresada por el concilio llegue a ser una auténtica praxis eclesial” lo que supone una auténtica promoción del laicado, con todo lo que ello implica de aceptación de su protagonismo activo en medio de la Iglesia, acompañamiento y puesta a su disposición de los adecuado medios de formación, ya que como nos enseña el Vaticano II y recoge la ChL, también los laicos hemos sido invitados a trabajar en la viña del Señor.

CONSEJO DIOCESANO DE ACCIÓN CATÓLICA
ORIHULA-ALICANTE