UN NUEVO SACERDOTE PARA LA IGLESIA

DE ORIHUELA-ALICANTE

 

La Diócesis acoge este sábado, 2 de julio, una de sus ceremonias más solemnes, la ordenación sacerdotal. La Iglesia de Orihuela-Alicante sumará así un nuevo presbítero, Miguel Ángel Marcos Botella, comprometido e ilusionado con el nuevo reto personal y espiritual que se abre ante él

 

Se ordenará también, pero en esta ocasión “diácono”, un monje de la Fraternidad Monástica de la Paz

 

Miguel Ángel Marcos Botella fue ordenado diácono, el paso previo al sacerdocio, el pasado 2 de octubre en la Catedral de Orihuela. Y tras nueve meses de “prácticas pastorales” dará el “sí” definitivo al sacerdocio este sábado 2 de julio, a las 11:00 horas, en la Concatedral de San Nicolás de Alicante. Será un acto dotado de gran solemnidad y emotividad presidido por el Obispo Diocesano, Monseñor Rafael Palmero, al que se espera una multitudinaria asistencia. Familiares, amigos y sacerdotes acudirán desde todos los puntos de la provincia para acompañar a este joven diácono en su paso definitivo hacia el presbiterio.

 

A partir de ese momento la Iglesia de Orihuela-Alicante contará con un nuevo sacerdote que pasará definitivamente a desempeñar labores y proyectos pastorales, de momento como vicario en la parroquia de San Juan de Alicante.

 

Para Miguel Ángel Marcos Botella, llega así, según sus propias palabras “el día más importante de mi vida y el culmen de la llamada que he recibido”. Miguel Ángel aprovecha también para recordar que “una ordenación es una alegría para la Iglesia y eso se debe notar. No se trata de llenar Iglesias para las celebraciones, pero es muy bonito que la Iglesia Diocesana de Orihuela-Alicante se una en la celebración en la que nuevos jóvenes entran a formar parte del presbiterio de la Diócesis”.

 

Miguel Ángel Marcos Botella tiene 25 años recién cumplidos y es natural de Orihuela. Entró en el seminario en el año 2004, a la edad de 18, ya que según él mismo explica “me costó tomar la decisión. Tardé casi un año y medio en decidirme y, aunque poco a poco me iba dando cuenta de que el Señor me llamaba, yo me empeñaba en no querer eso. ¿Dejar a mis amigos? ¿Dejar mi vida? ¿Perderme la Universidad? Tenía que cambiar mi vida por completo y eso cuesta. Pero cuando te das cuenta de que Dios se ha fijado en ti para trabajar en su pueblo la única respuesta que te sale es fiarte y dar el paso, ya que tienes la certeza de que Él te va a acompañar en todo momento”.

 

Afronta esta nueva etapa como un auténtico reto personal y espiritual para el que dice estar totalmente preparado. Y cuando se le pregunta por la falta de vocaciones en España es muy claro y directo: “estoy seguro de que el Señor hoy sigue llamando a niños y jóvenes para ir al Seminario, pero el ambiente no favorece y da miedo tomar una decisión así. Pero yo les diría lo que nos dijo nuestro queridísimo Juan Pablo II en Cuatrovientos: “No tengáis miedo”. El Seminario no es una “fábrica de curas”, sino un lugar al que un niño o joven va a descubrir si es cierta esa llamada que ha recibido, ya que se da un ambiente propicio para ello. Un padre no va a decirle a su hijo algo que le lleve por un mal camino, y no sólo eso, sino que le va a aconsejar para su felicidad y le va a ayudar y acompañar en su camino. Pues lo mismo ocurre con Dios, Él nos llama a distintas cosas y una de ellas es el sacerdocio y cuando nos llama, Él nos acompaña y ayuda a lo largo del camino”.

 

NUEVO DIÁCONO

 

Además, en esta ceremonia se ordenará como diácono, el paso previo al sacerdocio, un miembro de la Fraternidad Monástica de la Paz, el hermano Jacob. Se trata pues de un signo de comunión eclesial con esta comunidad de monjes, ubicada en Tangel, que forma parte de la familia diocesana de Orihuela-Alicante. El hermano Jacob estará al servicio de su comunidad tanto en su condición de diácono como cuando sea ordenado presbítero dentro de unos meses.