En estos últimos días del Estado de Alarma, nace Una Iglesia, 10 historias, una iniciativa de la CEE, COPETRECE y Ecclesia que busca poner de manifiesto la respuesta conjunta que la Iglesia ha dado en medio de las dificultades del coronavirus a través de historias concretas.

Desde la Diócesis de Orihuela-Alicante damos a conocer una de las iniciativas que hemos llevado a cabo durante la pandemia del coronavirus: el acompañamiento a enfermos por parte de los capellanes de los hospitales. Desde el Secretariado del Enfermo y del Mayor impulsaron una campaña bajo el título ‘El Sacerdote Te Acompaña‘, con el fin de dar a conocer a los familiares de las personas ingresadas de qué forma podían solicitar ese servicio para sus enfermos.

Nuestros sacerdotes detectaron que muchas familias con enfermos ingresados desconocían que debían ser ellas las que pidieran expresamente ese servicio al hospital, ya que los pacientes que deseaban dicho acompañamiento no podían solicitarlo en muchos casos por estar aislados.

Por esta razón, se lanzó la iniciativa, que llegó a cientos de familias y, a través de la cual, se logró que los capellanes ofrecieran compañía y consuelo a estas personas solas y en momentos muy difíciles. La visita del sacerdote fue en muchos casos la única que recibieron estos enfermos durante su estancia hospitalaria, al margen de las atenciones del personal sanitario.

De hecho, con la intención de dar una cobertura más extensa a los hospitales de nuestra Diócesis se han cubierto también, de forma provisional y mientras dure la pandemia, la atención de las capellanías de los hospitales privados de Benidorm, Clínica Benidorm e IMED Levante Benidorm.

También desde el Secretariado del Enfermo y del Mayor se animó a todos los visitadores a que, en coordinación con sus párrocos, siguieran manteniendo un contacto telefónico con los mayores y los enfermos de sus parroquias. Desde distintos equipos parroquiales han ido surgiendo iniciativas muy interesantes para hacer llegar a estos colectivos un aliento de esperanza en estos meses tan complicados para muchas de estas personas.

Las diez historias de la campaña nacional (#10de10) que se narrarán son:

P. Enrique, cura de Turón (Mieres): el párroco ‘influencer’ que retransmite la misa a través de la página de Facebook de la parroquia y a la que se han llegado a unir miles de personas. Durante el confinamiento llamaba todos los días a los mayores para conocer sus necesidades y hasta cocinaba para ellos.

Monjas de clausura del convento de Santa Rosalía (Sevilla) elaboran mascarillas. Así se ha vivido el confinamiento en un convento de clausura.

Musicoterapia con enfermos con daño cerebral en el Instituto San José de los Hermanos de San Juan de Dios. Esta fundación ha llevado los audios de las familias a los pacientes con daño cerebral aislados de los suyos por el confinamiento.

Acompañamiento en el duelo. Nubar Hamparzoumian SJ y Daniel Cuesta SJ fueron los primeros jesuitas que respondieron a la petición de sacerdotes y diáconos ante la situación en hospitales, cementerios y crematorios. En el Cementerio de la Almudena han ofrecido responsos por los fallecidos y acompañado a familiares.

“La última noche que pasamos juntos”. Pilar Carmena tiene 50 años, 5 hijos (entre 6 y 23 años), y su marido Guillermo falleció de COVID-19 en una UCI en Madrid. Bajo el título “La última noche que pasamos juntos”, Pilar ha compartido su testimonio de vida con su marido y de cómo la muerte enseña a vivir: “Te pone ante tu realidad, ante la vida como un paso, ante lo que realmente eres y estás llamado”.

 Capellanes de IFEMA. La labor de los capellanes en el hospital provisional de IFEMA atendiendo a los enfermos y poniendo en relación con las familias.

Dar empleo en tiempos difíciles. Cáritas Huelva celebra haber proporcionado, desde que comenzó la crisis del coronavirus, más de 200 empleos, principalmente en el sector agrícola. Con este trabajo se están dando una oportunidad a personas que viven en asentamientos, personas sin hogar y familias en desempleo.

La labor social de las cofradías durante el tiempo de pandemia. Las cofradías y hermandades de Semana Santa han trabajado en este tiempo por extender su acción social a las personas necesitadas de su entorno, ofreciendo recursos económicos y también atención social.

Las Hijas de la Caridad del colegio La Inmaculada-Marillac, en Madrid, facilitan el acceso a la tecnología a sus alumnos. Lo han hecho en todos los colegios. Cogieron sistemas informáticos donados por fundaciones y por el propio colegio para asistir a las familias que no podían seguir las clases online. Además les han dado tarjetas SIM.

Huerto en Salamanca. En el año Laudato Si’ convocado por el Papa con motivo del quinto aniversario de la encíclica conocemos la historia de un huerto solidario que alimenta a los mayores. Emiliano Tapia es el sacerdote que está al frente de este huerto en el medio rural de Salamanca en el que se hace realidad la llamada del Papa a la ecología integral. El huerto hace frente a tres necesidades: personas en exclusión (trabajan la tierra), obtener el alimento y facilitar comida sana y digna a personas mayores.  En total, casi 600 comidas diarias. Ocho hectáreas de terreno más un invernadero de dos mil metros cuadrados permiten el catering de unas 500 comidas en la urbe al día y a 52 personas mayores en 17 pequeños pueblos rurales.